12.11.12

El amor es la ilusión en la vida...




Después de la sugerencia de un tipo bello e inteligente, estoy pensando en abrir un pequeño sitio dónde sólo exponga lo que dibujo y (lo que ahora ya) pinto.... una parte al menos. A ratos me da algo parecido a la vergüenza.

Ayer descubrí que no era que fuera pésima pintando, sólo que me pongo nerviosa, me tiemblan las manos y las rayas me salen chuecas. Muy mal. Luego me relajé escuchando una canción lenta y bonita que me conmovió y la dejé repitiendo en el reproductor hasta que se me acabó la tristeza que no tenía.

22.10.12

Popurrí.


Ya se me ha pasado la fiebre de tratar de hacer muchas cosas a la vez, ahora soy más realista, según yo.
Creo que tengo alguna deficiencia mental: confundo números y letras, cosa que me ha vuelto insegura en campos laborales, pero nada grave. Dibujo mucho todavía, y a pesar de la práctica, aún me cuesta trabajo, pero no abandonaré. A veces me conmueven mis dibujos y los veo todo el tiempo, a veces no.

El lunes pasado lloré mucho, por asuntos varios, supongo. No me importa tanto que hace un mes exacto cumplí 21. Y aunque lloré ese lunes, sin saber exactamente por qué, llevo algunos meses sintiendo algo parecido al entusiasmo, no sé de dónde viene.
Tengo una nueva amiga. María Isabel tiene ojos bonitos y temperamento belicoso, le gusta el cine y 'pellizcar la piel flojita', dice.

Hace algunas semanas tuve un ataque raro de pesimismo y fui a ver a dos doctores, de campos diferentes en la misma semana. No tengo nada. Soñé otra vez que me golpeaban en la calle. Horrible.

El veterinario afirmó que Sol vivirá una década más, tal vez, y se burló cuando le dije que me asusté porque le vi canas en las pestañas.

Hace un mes me encontré a una anciana que necesitaba ayuda para cruzar una calle sin semáforos. Crucé con ella y conocí su casa por fuera. Su apellido es Flores y tiene dos perritos. Es una monja retirada que vive sola, cuando me preguntó si iba a misa, mentí y dije que sí.
Le dejé mis teléfonos por si necesitaba algo, después me llamó y fui con ella a tramitar cosas aburridas de bancos. Esa tarde la acompañé a visitar al Santísimo, dos palitos cruzados.


Dijo que si tenía algo que pedir o motivos para agradecer, ése era el momento. Mentí y dije que sí, otra vez.
Luego me obligó a persignarme y a bajar un poco la cabeza en señal de respeto, y yo obedecí. No tengo ganas de contradecirla y que iniciemos una discusión, no tiene caso.


Me regaló una manzana envuelta en una servilleta, la dejé comiendo en el mercado porque tenía que regresar a la oficina y ella comprendió.
Posteriormente me localizó y me dió las gracias. Quiero llamarle para saber cómo está, pero siempre lo olvido. Olvido todo, tal vez necesite vitaminas. Necesito una tableta para dibujar, también. Una almohada nueva y algún viaje por carretera...

4.9.12

29.8.12


Cuando por fin logré entrar lentamente en un sueño, a una señora se le ocurrió tomar un micrófono y cantar con poca suavidad unas canciones muy feas, la fiesta de los vecinos empezó. Sólo me queda participar en la fiesta de manera anónima; no puedo pegar los ojos. Pasé la noche repasando pendientes, cuentas, buscando soluciones a problemas que no existen, abrazando al perrito, pensando en la película del ángel que se hace humano, y siendo muy infeliz. 

Hoy tengo un humor horrible y todo me duele. Me duele la cabeza, los ojos, la panza, la vida. 


Ay, cómo sufro.



1.8.12

Ronald, mi nuevo amor.


Compré un libro de psicología en el mercadillo de los sábados y estaría decepcionada (el libro no dice nada) de no ser por el dueño anterior; un tal Ronald, estudiante de bachillerato, ha dibujado águilas, pollos y otras aves en el borde de las páginas, ha sostenido diálogos con él mismo donde expresa su odio hacia todos y le ha puesto bigotes a las señoritas de las fotos. Siento que te conozco, Ronald. 

20.7.12

La vida.


Dibujé toda la semana y aunque todavía no sé dibujar manos, ni perros, ni gatos, ni zapatos, estoy complacida y de buen humor. Nada más no sé cómo no exploré todo esto antes. 

11.7.12


Fui con una homeópata por complacer, pero no resultó tan malo. Mi hermana mayor, la doctora, manifestó siempre que los homeópatas eran unos farsantes sin oficio, vagos rateros, mentirosos, timadores... pero fui. Me dio unas gotas para que el estrés de la vida cotidiana no me resulte dañino y platicamos. Los remedios florales deben de tranquilizarme y dejarme algo turulata, según ella. No estaba muy convencida de los beneficios de la medicina alternativa, pero exploraré un poco. Ahora estoy relajada, no tengo calor, no tengo frío y sospecho que tampoco tengo ganas de trabajar... creo que no es por chochos ni por aceites de flores, sino por esto, esto, este otro, y este también. El miércoles está bonito y tengo ganitas de estar tirada en una banca comiendo jericallas. 

7.6.12

Yo sólo sé que no sé.


En el coche, sostenemos una discusión ligera y casual acerca de las elecciones, mi mamá opina que yo debería callarme mejor, porque tengo veinte años y eso equivale a estar sumida en estupidez un poco, no sé nada del mundo, dice. El mundo es complejo. Los adultos siempre repiten las mismas cosas, sabes si son ciertas ya que creces y más o menos te das cuenta de cómo funciona. Hasta ahora he aprendido que el tiempo pasa deprisa, que es mejor prevenir que lamentar, que el que persevera alcanza al menos el frasco de cajeta, que casi todo está sumido en corrupción, y YouTube me ha dicho ayer que Mao no se cepillaba los dientes, pero que tenía mucha suerte con las chicuelas. 

Yo sólo espero nunca dejar de aprender y prometo no convertirme en uno de esos adultos que relacionan la juventud con la estupidez. 

23.5.12

No hay peor ciego que el que no recoge sus lentes de contacto a tiempo.



Fig. 1.1 Autoretrato


Uno de mis lentes de contacto se partió en dos, sin avisar siquiera. Me puse el izquierdo, luego me lo puse en el derecho, pero sigo golpéandome en los muebles y tropezando con el único escalón que hay en la oficina. Mientras escribo esto cierro el ojo inútil. 

Lo único bueno de esto es que tengo un pretexto genuino e infalible para limpiar o hacer cualquier cosa y que cuando por fin recupero visión completa, todo se ve mucho más bonito y brillante... ah! Además puedo ver de cerca los poros abiertos y los detalles de las alas de la mosca que insiste en pararse en este monitor y que no puedo matar porque se me apachurra poquito el corazón. 

11.5.12


A Lexx se le ocurrió pegar canciones y el resultado fue esto. Luego a mi se me ocurrió escucharlo, y como consecuencia estoy flotando y soñando con ciudades en las que nunca he estado. Leyendo a Cortázar otra vez y me gusta, leo al mismo tiempo un libro extraño de espías soviéticos escondiéndose en Reforma, no me gusta tanto. Recibo correo. Cartas de papel esperando en el piso de la cochera. La letra se vuelve complicada conforme pasan las páginas, pero son divertidas y espero seguir leyendo, siempre terminan antes.

Me encuentro explorando posibles talentos, pero nada. Estoy dibujando otra vez y el otro día empecé a estudiar para un examen. Los paseos en motocicleta son menos atemorizantes, los disfruto más. Como siempre, cosas que terminan y otras que empiezan. Mr. Gaebelein trata de parar su adicción al tabaco y yo, inspirada, dejo de morderme las uñas (de las manos). Aprendo a canalizar mi ansiedad muy lejos de mis uñas, crecen y crecen, yo me rasguño a cada rato y sufro porque me lastimo el dedo al escribir, pero estoy muy orgullosa. 

No siento prisa alguna por llegar a ningún lado, y camino bajo el sol, viendo casas color cremita, casas embargadas, casas con basura, lotes baldíos, avenidas y parques, estaciones de tren, murales en las paredes, graffitis medio mal hechos, tiendas... y a veces paso por un balcón donde hay un guajolote muy grande viendo a la calle. En serio.