A Lexx se le ocurrió pegar canciones y el resultado fue esto. Luego a mi se me ocurrió escucharlo, y como consecuencia estoy flotando y soñando con ciudades en las que nunca he estado. Leyendo a Cortázar otra vez y me gusta, leo al mismo tiempo un libro extraño de espías soviéticos escondiéndose en Reforma, no me gusta tanto. Recibo correo. Cartas de papel esperando en el piso de la cochera. La letra se vuelve complicada conforme pasan las páginas, pero son divertidas y espero seguir leyendo, siempre terminan antes.
Me encuentro explorando posibles talentos, pero nada. Estoy dibujando otra vez y el otro día empecé a estudiar para un examen. Los paseos en motocicleta son menos atemorizantes, los disfruto más. Como siempre, cosas que terminan y otras que empiezan. Mr. Gaebelein trata de parar su adicción al tabaco y yo, inspirada, dejo de morderme las uñas (de las manos). Aprendo a canalizar mi ansiedad muy lejos de mis uñas, crecen y crecen,
yo me rasguño a cada rato y sufro porque me lastimo el dedo
al escribir, pero estoy muy orgullosa.
No siento prisa alguna por llegar a ningún lado, y camino bajo el sol, viendo casas color cremita, casas embargadas, casas con basura, lotes baldíos, avenidas y parques, estaciones de tren, murales en las paredes, graffitis medio mal hechos, tiendas... y a veces paso por un balcón donde hay un guajolote muy grande viendo a la calle. En serio.