5.10.11

Air pollution.



Tengo ya tres días cubriendo un evento gigante, estoy un poco molida. 
En realidad todo va bien hasta que me siento en mi sillón favorito, es como si todo el cansancio me llega de repente, me duelen los pies y no quiero escuchar absolutamente nada.

 El miércoles es un día bizarro, soporté una charla magnífica de un caso aburrido de infidelidad, la dama se desahogó y me dió detalles de lo acontecido, y en realidad hubiera sido un placer, pero empezó a hablar del papiloma que adquirió y se convirtió en algo incómodo y asquerosillo.

Sin saber exactamente cómo regresar a casa, me falla la orientación y caigo en un lugar maravilloso; mucha basura, muchos borrachos y un demente escupiendo zapatos ajenos, esto es tierra de bárbaros.

Luego, pongo cara de agresiva y trato de caminar como si nada, pero qué difícil es, una mujer a la altura de mi ombligo arrastra a dos niños igual de sucios que ella, y me pide dinero para pagar un boletito de autobús. 

Una cosa lleva a la otra y me confiesa que canta en la calle para pagar la intervención médica de alguien...no puse atención a esa parte,  le jala las orejas a un niño salvajemente, cuando me voy le deseo suerte, ella me dice groserías.

Me sentí como en el cuento de la niña que mete la mano al espejo, y así nada más, se encuentra en un mundo donde todo, naturalmente, es al revés. 

Nada más quiero saber qué le pasa a todo el mundo.