23.10.11

Mientras pensaba en este título suspiré. En realidad no puedo pensar...no mucho.


Mi cabeza tiene un peso que no sabía que tenía, cada que cierro los ojos se cae un poquito a la izquierda o a la derecha, temo que no es por mi cerebro gordo, o la falta de vertebras, sino porque estuve riendo como una orate, mientras, entusiasta, empinaba ambos codos.

Ahora estoy tan feliz y tan relajada que no quiero pensar en cómo será mañana en la mañana...sólo quiero llenar las tripas con algo apetitoso y dormir, dormir hasta que me duela la cabeza o mi mamá me despierte con las canciones de Menudo. 

Ni siquiera recordaba que De-Phazz fuera tan bueno...ni las hamburguesas de la esquina.

Qué bonito se ve todo desde aquí.