31.5.11

En todas las direcciones y siempre en línea recta.


Ayer recibí un ramo de flores. Me sentiría halagada y aclamada...pero no sé de quién vienen, ni cuál es la intención. Traían fecha del viernes y abajo mi nombre; mi segundo apellido y el nombre que ni siquiera uso.

Me siento como un personaje de alguna telenovela melosa a la que le envían flores vistosas, y pasa el resto del melodrama tratando de adivinar la identidad del raro de las flores.

Además, repasé mentalmente a las personas que tal vez estarían interesadas en enviarme unas flores y llamarme por mi nombre, pero sin éxito alguno. 

No tengo miedo, en realidad sólo me dejaré arrastrar por el romanticismo, al menos de aquí a unos días hasta que se me olvide. Las flores estaban bonitas, seguían conservando la frescura del viernes.