Viernes optimista, comenzando con Scott Heron todo el día, después mi victoria sobre la semana más pasiva de mi vida, he caminado tanto bajo el sol que tengo los cachetes rojos. Google me dice que tengo un correo nuevo tuyo, pero no le hago caso porque sé que dirá lo mismo que el anterior, me como una hamburguesa con hongos inofensivos pero carnositos, tomo varias cervezas en un lugar de modernos que ven feo a todo el mundo, inauguro mi vestido manchandolo de catsup, reviví ese beso mil veces mientras el taxista daba unos frenones espantosos, tampoco hablé con el taxista, sólo me dejé caer en el asiento de atrás, un poco alcoholizada y feliz, mientras Scott Heron decía entre guitarrazos: "might not be such a bad idea if I never, never went home again".
Pero es que la calle es tan bonita!
