22.1.14

Después de la tormenta siempre llega la calma.

Me cambié de ciudad, lloré muchas veces porque no entendía muy bien que estaba pasando y pues qué boba: estoy creciendo. Ahora me siento con el optimismo hermoso del año nuevo y lo que sea que se siente cuando uno tiene la mente llena de planes. He conocido gente muy interesante. Diferentes. Y lugares. Siento que estoy floreciendo... sexualmente. Uno aprende a apreciar ciertas cosas, un día mi mamá me anunció que ya tenía Whatsapp y sentí mi corazón bailar...