Estás en la silla, como cualquier día, haciendo lo mismo de siempre, picoteando las mismas ligas de siempre, empiezas aquí, pero piensas y piensas y piensas, y no sabes dónde terminas, algo en la pantalla te toma por sorpresa, lo primero es el corazón que salta y después ves la imagen, una, dos veces, y otra vez, te dan escalofrios, te da asco, y te da mucha pena también.